Un thriller tras otro... Netflix parece conocer la receta y quizás ahí está la cuestión, todos son tan parecidos que incluso aquellos elementos que podrían distinguir entre uno y otro terminan difuminándose.
En esta ocasión, un controvertido inspector de la división de homicidios, Francisco Juanez, trabaja de la mano con Manuela Pelari, una novata, para resolver el asesinato de una joven de 19 años. Mientras lo hacen, Manuela investiga de manera paralela a Juanez, quien se sospecha como responsable de la muerte del hombre que mató a su esposa y que hace poco había salido libre.
La factura del filme argentino es buena y vaya, se mueve a un ritmo bastante adecuado, pero aún así, termina por sentirse un tanto obvia y como otra más. Una lástima que quiénes la hicieron no pudieran hacerle homenaje a su título y salvarla del montón.
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