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"El único y gran Iván" de Thea Sharrock

Coloreado por números, "El único y gran Iván" adapta el libro de Katherine Applegate.

Iván, un gorila, es la principal atracción de un circo que se aloja en un centro comercial. La audiencia ha ido decayendo y Mack (Bryan Cranston), el dueño y maestro de ceremonias, está buscando cómo hacer más atractivo el show. La respuesta llega de manos, o mejor dicho, de la trompa, de Ruby, una pequeña elefanta. A Iván, Stella, una elefanta entrada en años, le encarga que Ruby crezca en la naturaleza, no en una jaula.

"El único y gran Iván" pisa terreno peligro. Es, a su manera una crítica a los circos o las atracciones basadas en animales, un tema bastante delicado y escabroso, pero que matiza y enfoca en un ángulo bastante positivo dado que su audiencia principal son los niños. Así que quién espere una cinta de denuncia o que sea explícita sobre abusos o maltratos a animales está en el lugar equivocado (vaya, esto es Disney).

La anécdota central, un gorila en cautiverio que pinta y regresa a la "libertad", está basada en hechos reales. El filme lo anuncia desde un inicio y lo recuerda al final. Hay que tomarlo con reserva pues esa parte es cierta y todo lo demás (o gran parte) es ficción. Por ejemplo, los animales hablan (el elenco incluye a Angelina Jolie, Sam Rockwell y Helen Mirren) y sabes, por ende, qué piensan o sientan, además de otros aspectos que están puestos por su valor dramático como el escape que se plantea en uno de los poster y que en realidad es metafórico.

En "El único y gran Iván" se agradece que no hay buenos ni malos y que se enfoca en un par de elementos para sostener su discurso: los estereotipos (sí, a los animales también les pasa y simplemente por ser un conejo o un perro callejero es fácil caer en conclusiones) y la propia naturaleza de cada animal (y en esa naturaleza está el ser libre, el vivir bajo las condiciones propias de su especie). Es una aventura con sentido del humor, con personajes memorables como Bob, el perro callejero que es amigo de Iván, y buenos efectos digitales (la versión infantil de Iván es una monería). Es una alternativa muy adecuada para las familiar, de buenas intenciones y muy emotiva, más de uno soltará una lágrima en el final. Por cierto, hay dos escenas post créditos. Así que "El único y gran Iván" pinta por números y lo hace bien.

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EE. UU. 2020 - 1h 35m


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