GAME OVER.
El look y los avances de "Borderlands" sugerían una película en la vena de "Guadrianes de la Galaxia", en ese tono o quizás todavía un poco más recargado como el de "Thor Ragnarok", donde un grupo de personajes variopintos se unen para una heroica aventura. "Borderlands" es una adaptación del videojuego homónimo y sus intenciones de iniciar una franquicia son claras. El universo donde sucede sin duda lo permitiría al igual que sus ingredientes, entre ellos un elenco multiestelar. Es dirigida por Eli Roth, conocido por "Hostal" y "Viernes negro", pero suficientemente versátil como para haber entregado la familiar "La casa con un reloj en sus paredes". Todo lo bien que se veía y sonaba "Borderlands" es inversamente proporcional y explica, quizás, por qué Lionsgate, el estudio que la promueve ha hecho poco por ella. "Borderlands" perdió el juego antes de llegar a las salas.
Lilith (Cate Blanchett) es una caza recompensas que a regañadientes acepta rescatar a Tina (Ariana Greenbalt), la hija de Atlas (Edgar Ramírez), un maquiavélico magnate galáctico. Tina está en Pandora, el hogar natal de Lilith y del que ha intentado mantenerse alejada porque es un basurero (ella lo dice, éste Pandora no es el de "Avatar"). Tina es clave para abrir una bóveda milenaria oculta por una raza superior que muchos han intentado encontrar por años. En su recorrer, Lilith va sumando a peculiares personajes: Claptrap (voz de Jack Black), un robot programado para esperarla y acompañarla en Pandora; Roland (Kevin Hart), el soldado que se hizo de Tina, Krieg (Florian Monteanu), un criminal que ahora es escolta de la joven. La Dra. Patricia Tannis (Jamie Lee Curtis) será la última en sumarse. Ha estado estudiante el fenómeno y tiene también pasado con Lilith.
"Borderlands" no funciona. Vaya, si se le ve sin una pizca de interés y en control automático quizás pase como una película dominguera más que a pesar de su presupuesto de poco más de 100 millones parece más una producción para televisión. Sí, es así de ligera y no en el buen sentido. Es insubstancial. Eli Roth nunca le encuentra el tono adecuado y acaba siendo más plana que divertida. Tiene uno de esos guiones que es como queso gruyer, lleno de huecos que básicamente se centran en todo aquello que podría ayudar y darle profundidad a los personajes, también en dar un poco más de antecedentes y presentarlos. Ése es uno de los grandes problemas. ¿A quién le interesan? James Gunn dio cátedra justo cuando presentó "Guardianes de la Galaxia". Nadie los conocía. Eran un gran riesgo para Marvel, pero a los pocos minutos ya había interés en todos y cada uno de ellos. Eso explica no sólo el éxito de la primera, sino el arco emocional que se da en la tercera parte y que ocasiona ese fuerte interés en, por ejemplo, Rocket Rackoon.
La duda queda de si aquello que le falta a "Borderlands" se quedó en el cuarto de edición. Es una película de una hora con cuarenta minutos y quizás esos 20 minutos que le faltan para las dos horas estándar podrían llenar los huecos que existen. Sí, no son huecos que afecten la comprensión de los hechos, pero sí el desarrollo de un subtexto y con ello de substancia para el filme. El videojuego tiene suficiente tela de la cual cortar. Hay material. Claro, para que trascienda hace falta quién comprenda verdaderamente qué la ha hecho tan exitosa y cómo es que ha conectado con las audiencias.
Cate Blanchett hace lo mejor que puede con Lilith. Blanchett es una gran actriz y sus dos premios Oscar no son gratuitos. Cada que aparece en pantalla o dice algo atrae la atención. Sin embargo, el guion no le ayuda. A Lilith le falta en términos de la historia establecer que es una mujer con un hueco, que caza recompensas o busca algo porque le falta algo emocionalmente, que tiene un pendiente con su infancia y la manera en cómo fue separada de su madre (lo que tendría que generar un vínculo poderoso con Tina, pero cuando se da la revelación a todos nos da lo mismo). Blanchett ha dicho que quería un rol de acción, ojalá hubiera tenido un mejor vehículo. Ojalá (y parece que sí) al menos se haya divertido y haya cobrado bien. Del resto del elenco, Jack Black sale bien librado. Los diálogos de Claptrap son bastante ingeniosos. Kevin Hart y Jamie Lee Curtis están muy desperdiciados. Florian Munteanu es simplemente "el músculo", Ariana Greenblatt, a quién vimos como Sasha (la hija del personaje de America Ferrara) en "Barbie", está mal dirigida, y Edgar Ramírez está sobreactuado; su villano es la caricatura de la caricatura. No será sorpresa que "Borderlands" se haga de un lugar importante en las Frambuesas de Oro a lo Peor de 2024.
El universo y la mitología de "Borderlands" se antojan interesantes, quizás no del todo originales o propositivas. Es una pena que sólo se antojen. Es como esas fiestas cuya invitación lucen muy atractivas, pero a las que es mejor no asistir porque siempre serán mejor en la imaginación. "Borderlands" se suma a la ola de malas adaptaciones de videojuegos que son mayoría. Es insulsa y derivativa, sin personalidad propia y se va en automático. Antes de siquiera iniciar el partido, para "Borderlands" es un GAME OVER.
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EE. UU. 2024 - 1h 42m
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