Todo mal.
Artemis Fowl es una serie de ocho novelas de fantasía de Eoin Colfer que combinan elementos del thriller y la ciencia ficción. Su protagonista, de apenas 12 años, es un carismático criminal de mente prodigiosa. "El mundo subterraneo" mezcla las dos primeras entregas: "Artemis Fowl" y "El incidente del ártico". En ella, Artemis debe rescatar a su padre, quién ha sido secuestrado por una hada malvada. Para tenerlo de regreso deberá encontrar un objeto milenario de gran poder.
Hay un gran problema cuando al adaptar un material se le quita lo que lo distingue. Disney sabe contar historias muy bien, pero su interés de mantenerlo todo "familiar", "limpio" y de potencializar su valor comercial ya ha probado antes ser la receta perfecta para el fracaso (¿Alguien se acuerda de "Una arruga en el tiempo?" de 2018). En este caso, fuera de los elementos técnicos y de producción (la película se ve muy bien y ahí no se les puede discutir nada) y de un reparto de primera línea (Judi Dench, Colin Farrell, Josh Gad) que hace lo mejor que puede con lo que tiene, falla terriblemente.
En aras de hacer más accesible al protagonista, lo presenta como un héroe típico, en lugar de cómo el antihéroe que es, irónico y malicioso, pero simplemente encantador (esta pudo ser una versión familiar de "Deadpool" o jugar con elementos como los que "Sonik" o "Dora, la exploradora" aprovecharon con éxito). Luego está una historia que funcionaría muy bien como una heist movie o un thriller si se enfocara sólo en la primera novela. En su lugar, abarca mucho; no le alcanza el tiempo para desarrollar ni historia ni personajes, ya no digamos para introducir adecuadamente el universo. A nadie le interesa mayor cosa lo que ve, tampoco le fascina el mundo que se descubre. Total, que para buena suerte de las novelas, sí, la gente recordará su nombre, como se promete en el póster, por ellas; de ser por el libro, nadie (ojalá), lo hará y eso es lo mejor que le puede pasar al buen Artemis Fowl.
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