"Madness! Madness!"
Eso grita uno de los personajes en el desenlace y ése precisamente parece ser un eco que esta película hace con el contexto actual del mundo y en especial de Estados Unidos. Pareciera que Lee la hubiera realizado anticipando lo que sucedería tras la trágica y lamentable muerte de George Floyd o quizás siempre ha estado consciente de que hay guerras que todavía continúan.
"5 Sangres" sigue a cuatro veteranos de color de la Guerra de Vietman que regresan a dicho país con dos misiones: rescatar los restos de Norman, quien falleciera durante el conflicto, para darles una digna sepultura, y recuperar una caja llena de barras de oro que sepultaran y que consideran un pago adecuado por sus servicios al gobierno, más aún por las diferencias de las que han sido víctimas.
Spike Lee demuestra en "5 Sangres" que es un artista en pleno ejercicio de sus facultados; un artista cuya mirada es cada vez más determinante. Es auténtico, emotivo, crítico y contundente al señalar la contradicción constante de un país que le ha pedido a la comunidad de color luchar hombro con hombro, hacerse de un lugar en la sociedad norteamericana en el campo de batalla, pero que, una vez terminado el conflicto, de nuevo construye muros y establece jerarquías.
El Festival de Cannes habría sido el escenario donde "5 Sangres" se estrenaría fuera de competencia. Ahora, representa a su manera el regreso de Netflix al festival. Con ello, en cierta forma reconstruye un lazo que da cuenta que el cine, más allá de la forma o el lugar donde se proyecte, es un arte de poder aplastante y sobre el cuál ningún virus tiene efecto. "5 Sangres" es el banderazo de salida para la temporada de premios y una muy sólida contendiente al Oscar.
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