Carlos Andrés Mendiola

2 de jul de 20233 min.

"Indiana Jones y el dial del destino" de James Mangold

"No creo en la magia. Pero algunas veces en mi vida, he visto cosas. Cosas que no puedo explicar. Y he llegado a creer que no se trata tanto de lo que crees, sino de lo mucho que lo crees," Indiana Jones

No hay quinta mala ni plazo que no se cumpla...

Harrison Ford se despide de Indiana Jones en "El dial del destino", una película que se tomó quince años en llegar y que forma parte del acuerdo inicial de Steven Spielberg y George Lucas con Paramount. Es un digno final para el que el American Film Institute ha denominado como el segundo gran héroe en su lista de 100 y que está cumpliendo 42 años en el imaginario de la cultura popular.

"El dial del destino" encuentra a Indiana (Ford) solo y en un punto bastante bajo. Es profesor de Arqueología en el Hunter College, pero sus alumnos no le prestan mayor atención y, más bien, es jubilado. Aparece Helena Shaw (Phoebe Waller-Bridge), su ahijada y a quién no ha visto en más de una década. Helena le pregunta por la mitad del dial de Arquímedes (un mecanismo que en realidad existe) que su padre y él encontraron durante la Segunda Guerra Mundial. Resulta que Helena no es la única tras la pieza. Jürgen Voller (Mads Mikkelsen), un nazi, la quiere recuperar. Jones se ve en medio de la disputa por encontrar la pieza faltante y hacer funcionar la reliquia que se dice podría identificar "ventanas de tiempo".

James Mangold, director de "Logan", entiende qué distingue a Indiana Jones. El prólogo, donde se narra cómo encuentran el Anticitera en 1944, está filmado a la usanza de la trilogía inicial, destacando la acción con el tema emblemático a bordo de un tren. La tecnología se usa con bastante tino para rejuvenecer tanto a Ford como a Mikkelsen y sin que el cuerpo se mueva con una agilidad discordante. De ahí, la acción sucede en 1969 y los ajustes de fotografía y lenguaje audiovisual "refrescan" el momento. El filme tiene buen ritmo y va de lo usual, llevando a los héroes de una parte a otra (Nueva York, Tanger, Grecia), a veces ellos a la cabeza, otras los villanos. Es cierto que la duración le pesa un poco a la película, en especial en el primer acto.

Un gran acierto del filme está en adueñarse del tema de la edad. Es claro que el tiempo ha pasado en Indiana Jones y, desde luego, en Harrison Ford. Así que hay muchos chistes al respecto, pero más allá de ello el tema es muy bien aprovechado pues conecta con el propio discurso del filme. Harrison Ford está todo tiempo a la altura y contrario con lo que pasó este mismo año con Arnold Shwarzenegger en "Fubar", aquí el personaje se mueve con la naturalidad de alguien de 70 años (aunque Ford está por cumplir 81). Phoebe Waller-Bridge es una gran adición como Helena Shaw. El personaje sustituye a Henry Williams (Shoa LaBeouf), el hijo de Jones, quién se descubre ha muerto. El que sea una mujer, igual de inteligente, estudiada, muy astuta y con una actitud un tanto descarada (a ella le interesa el Anticitera para venderlo) le da tanto contraste al rol de Jones como un dejo de actualidad. Mads Mikkelsen está bien como el antagonista, aunque la realidad es que el personaje podría estar un poco más desarrollado. Están también Toby Jones y Antonio Banderas (hace a Renaldo, un viejo amigo de Jones y capitán de un barco). Ethan Isidore roba pantalla como Teddy Kumar, el asociado de Helena, un chico de la calle con mucha inteligencia y mañana adquirida en la vida.

"Indiana Jones y el dial del destino" es una buena despedida para Ford como Indiana Jones. Disney no ha declarado qué pasara en el futuro del personaje, bien podría tener un destino como el de James Bond y cada cierto tiempo tener un nuevo rostro; también podría suceder que Shaw continúe su legado. Mientras eso sucede, "El dial del destino" podrá no innovar el género (aunque sí sorprende con un elemento fantástico que no se le había visto antes y que podría cuestionársele), pero sin duda lo conoce, le saca provecho, rinde homenaje a los filmes anteriores y se da tiempo de decir algo más allá de la ficción en torno al tiempo, a cómo nos alcanza y nos pesa, a cómo el destino sólo puede disfrutarse si se le acepta.

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EE. UU. 2023 - 2h 34m

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