Carlos Andrés Mendiola

26 de dic de 20163 min.

La duquesa

“Bien, como dicen, el duque de Devonshire debe ser el único hombre de Inglaterra que no está enamorado de su esposa,” Bess Foster.

Para promocionar “La duquesa”, Paramount Vantage, estudio que compró los derechos de distribución (por 7 millones de dólares) antes de que iniciara la filmación, decidió enfatizar los vínculos de Georgiana, duquesa de Devonshire, con la Princesa Diana de Gales. Y es que si bien, la segunda desciende de la misma rama de la familia Spencer, las coincidencias entre sus vidas no terminan ahí; entre ellas está la frase promocional (“Había tres en ese matrimonio”) que fue muy utilizada para referirse a la situación que Diana vivía con Carlos de Gales y Camila Parker. Pero la estrategia, que si bien pudo funcionar a nivel de taquilla (costó alrededor de diez millones de dólares e hizo más de 50), le hace poco favor a una mujer que sobresale por méritos propios y más allá de cualquier comparación.

La película, que se basa en “Georgiana, duquesa de Devonshire”, biografía escrita por Amanda Foreman, inicia cuando se pacta el matrimonio entre Georgiana (Keira Knightly) y el quinto duque de Devonshire, William (Ralph Fiennes). La joven recibe con entusiasmo la noticia pero pronto descubre que su poderoso esposo es un hombre de pocas palabras y afectos; de hecho los únicos que reciben sus atenciones son sus perros; a G, como le decía a su esposa, le estaba destinada una tarea: brindarle un heredero. Mientras asisten a fiestas y crece la popularidad de G, conciben un par de niñas, pero el varón vendría luego de que la relación se complicara a causa de Lady Bess Foster (Hayley Atwell), amiga de G y nueva amante del duque. Así, iniciaría un periodo de altibajos entre la pareja que incluiría un romance de G con Charles Gray, político en ascenso y amor platónico de la adolescencia, el nacimiento de su hija Eliza, y una serie de acuerdos e inesperadas lealtades entre el matrimonio de tres.

“La duquesa” es un filme fascinante en muchos niveles. A primera vista está la impecable recreación de una época. La dirección de arte, nominada al premio de la Academia, la fotografía y, sobre todo, el vestuario, ganador del Oscar y reconocido por el Sindicato de Diseñadores de vestuario, son un deleite visual y hacen honor a una mujer que fue considerada un ícono de la moda en su época. Por otro lado está un destacable desempeño del reparto, en especial, de los protagonistas. Fiennes es contundente como el frío, pero humano duque, mientras que Knightly, sobre quien recae el peso de la trama, muestra un sobresaliente crecimiento histriónico. La inglesa transmite con convicción y naturalidad una amplia gama de emociones que van de la inocencia y alegría a la pasión y el enojo, y pasan por la indignación, el rechazo y la humillación, al tiempo que reflejan las facetas como esposa, madre, amante, figura pública y líder social, de Georgiana. Sin duda, una de las mejores interpretaciones de Knightly, quien al igual que Fiennes, fue nominada a los British Independent Awards.

Georgiana Cavendish, duquesa de Devonshire, fue una mujer que expresaba su ideas; liberal, inteligente y activa políticamente pero limitada por su género, las convenciones sociales y el poder devastador de su esposo. “La duquesa” consigue hacer un poderoso retrato de una mujer extraordinaria, contenida por ciertas circunstancias, pero siempre digna. Una duquesa en toda la extensión de la palabra.

The Duchess

Inglaterra/Italia/Francia 2008

Director: Saul Dibb.

Reparto: Keira Knightly, Ralph Fiennes, Charlotte Rampling, Dominic Cooper, Hayley Atwell.

    80
    0