Carlos Andrés Mendiola

1 de ene de 20172 min.

El cisne negro

“Sólo quiero ser perfecta,” Nina

Reconocida por el American Film Institute como una de las Mejores Películas de 2010, “El cisne negro”, con cinco nominaciones al Oscar, incluidas las categorías de Mejor Película y Mejor Director, tuvo que contentarse apenas con la estatuilla a Mejor Actriz. La presea tampoco sería para la que iniciara como favorita ese año, “Red social”, sino para aquella que como caballo negro saltara a la competencia y se llevara los honores al presentar otro viaje del hombre contra sigo mismo: “El discurso del rey”.

En “El cisne negro”, Nina Sayers (Natalie Portman) forma parte de la compañía de Ballet del New York Lincoln Center. El autocrático director, Thomas Leroy (Vincent Cassel), prepara una nueva versión de “El lago de los cisnes” de Tchaikovsky que ha denominado simplemente como una “reimaginación” del clásico. Para ello busca una bailarina que interprete tanto al cisne blanco como al negro. Nina tiene la mejor técnica pero carece de la pasión que requiere el cisne negro. Con la llegada de Lily (Mila Kunis), Nina se encuentra no sólo con su contraparte sino en una disyuntiva que la enfrenta entre la rigurosa y monástica vida que ha llevado y las sensaciones y excesos de los que se ha privado.

La trama de “El cisne negro” se apoya sobre elementos tradicionales: celos y rivalidad. Pero el montaje que hace de ello Aronofsky lleva al filme a otros niveles. Con una fotografía que contrasta adecuadamente los blancos y los negros, en un juego metafórico que refuerza el leguaje audiovisual sobre la psique de Nina, el estadounidense sumerge al espectador en una profunda reflexión sobre el arte y la perfección. Natalie Portan, quien perdiera alrededor de 10 kilos para el papel y lo obtuviera sobre Rachel Weisz y Jennifer Connelly, es capaz de llevar a Nina a los extremos sin caer en la sobreactuación. Física y mentalmente, Portman, en un acto que se antoja fascinante y terrorífico a la vez, encarna a la bailarina que se ha atrapado a sí misma en su obsesión.

A la Academia le gustan los finales felices, aquellos donde el hombre supera todos los obstáculos y se vuelve un mejor ser humano. Eso es “El discurso del rey”. “El cisne negro” toma un camino distinto. El arte acostumbra buscar la belleza bajo un entendido de perfección iluminada… pero su búsqueda no está libre de trampas y sinsabores. Eso es justo lo que aquí se explora. En aras de conseguir su objetivo, Nina se pierde en las profundidades de su ser. Es un viaje igual de fascinante que el del rey aunque mucho más peligroso. Lo que Aronofsky refleja en la dualidad del cisne blanco y el cisne negro es precisamente aquello que, aunque hermoso a su manera, el ser humano prefiere no ver. Es siniestro el camino a la perfección e irónico el precio que se paga.

Si “El discurso del rey” resonó en una ceremonia, la danza de “El cisne negro” lo hará por la eternidad.

Black Swan

EE.UU. 2010

Director: Darren Aronofsky.

Reparto: Natalie Portman, Vincent Cassel, Mila Kunis, Barbara Hershey, Winona Ryder.

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