Carlos Andrés Mendiola

1 de ene de 20173 min.

Con M de Muerte

“La gente no asesina a crédito,” Tony Wendice a Mark.

Apenas un par de meses antes del estreno de “La ventana indiscreta” (1954), Hitchcock presentó “Con M de Muerte”, otro de sus grandes thrillers. Ambos títulos están considerados por el American Film Institute entre lo mejor del género. Mientras el primero tiene el tercer lugar en la lista de los 10 Grandes Filmes de Misterio, el segundo ocupa el noveno. Hitchcock es el único director con cuatro títulos, siendo los otros dos “Vértigo” (1958) y “North by Northwest”, primer y séptimo lugar, respectivamente.

“Con M de Muerte” es una adaptación que el propio Frederick Knott hace de su obra de teatro estrenada en Broadway en 1952. El guión es inteligente, pero conserva más elementos de los necesarios del lenguaje teatral; principalmente, un exceso de diálogos que en varias ocasiones no hacen más que repetir lo que el espectador está viendo. Es el oficio de Hitchcock, nominado por este trabajo como Mejor Director por el Sindicato de Directores, el que el eleva el material.

La historia es sencilla a primera vista. Tony Wendice (Ray Millan), un tenista retirado, sospecha que su esposa, la adinerada Margo (Grace Kelly), le es infiel con Mark Halliday (Robert Cummings), un escritor de novelas de misterio. Temeroso de perder también los beneficios económicos que la relación le brinda, Tony planea la muerte de su mujer. La noche en que el crimen debía consumarse, Margo se defiende y el asesino termina siendo el asesinado. Entonces, Tony deberá hacer uso de su ingenio para evitar que la situación se vuelva en su contra y hacerse con el dinero de su esposa.

Filmada en 36 días con la tecnología “Natural Visión 3-D”, “Con M de Muerte” se desarrolla prácticamente por completo en el departamento de los Wendice. En esta ocasión Hitchcock utiliza el recurso para crear familiaridad en lugar de claustrofobia. A diferencia de “La ventana indiscreta” en “Con M de Muerte” el misterio reside en descubrir lo que ha sucedido dentro de las cuatro paredes, al mejor estilo de la obra de Ágata Christie. La trama es ágil, lógica y perspicaz; mantiene atento al espectador en todo momento pues funciona como un juego de ajedrez donde cada movimiento cambia por completo el rumbo del juego.

Ray Milland es deliciosamente amoral como el controlador Tony, quien es lo suficientemente condescendiente como para resultar irritante aunque atento con Margo. Tony se sabe inteligente y disfruta de darles la vuelta a los demás. Por su parte, Robert Cummins le da encanto y atractivo al enamorado Halliday. Repitiendo en el papel que interpretara en el montaje original, John Williams, el inspector de la policía, es simplemente brillante. En cada escena en que aparece se roba la atención. Grace Kelly, aunque hermosa en cada toma, tiene poco que hacer. Su personaje es el menos desarrollado y poco se llega a saber de ella. A pesar de ello, fue nominada al premio Bafta como Mejor Actriz y se hizo de los premios del Nation Board of Review y el Círculo de Críticos de Nueva York por el conjunto de su trabajo en el año (“The Country Girl”, “La ventana secreta” y “Con M de Muerte”).

Aunque no es un filme perfecto, “Con M de Muerte” es un modesto pero efectivo, bien construido e inolvidable thriller en el que Hitchcock demuestra porqué es el maestro de la comedia negra y amo del suspenso.

Dial M for Murder

EE.UU. 1954

Director: Alfred Hitchcock.

Reparto: Ray Milland, Grace Kelly, Robert Cummings, John Williams.

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