"Esto se acaba aquí. Contigo y conmigo. Y termina con nosotros". Lily Bloom
"O rompemos el patrón o el patrón nos rompe a nosotros" dice el póster de "Romper el círculo" y el filme lo hace o al menos lo intenta. Es una frase que recupera justo de su Lily Bloom (Blake Lively), su protagonista.
"Romper el círculo" es una adaptación de la novelda "It Ends with Us" de Collen Hoover. Es un éxito editorial con más de un millón de copias vendidas y traducciones a más de 20 idiomas. Tiene una secuela, "It Starts with Us". En ella Lily regresa a casa para atender al funeral de su padre. Ahí, en el estrado, se apresta a decir las cinco cosas favoritas que recuerda de él. No las ahí. Su padre violentaba a su madre. A su regreso a Boston, Lily conoce a Ryle Kinkaid (Justin Baldoni), un neurocirujano con quién tiene gran química, aunque la relación inicia después cuando se reencuentran por otra casualidad. Conforme avanza, Lily deja pasar señales que se agravan cuando aparece Atlas (Brandon Sklenar), el primer amor de Lily y cuya historia se va contando en flash backs.
El reto de "Romper el círculo" está en que es un filme de romance que aborda la violencia doméstica y el abuso. Entonces, va y viene en una delgada línea que por momentos lo romantiza y que en realidad deja fuera mucho de lo más crudo. Es la denuncia de la novela y podría y debería ser más contundente con ello. La estrategia que maneja es sólo dar pistas, como flashazos cuando ello está ocurriendo. Es una buena idea que busca justo crear visualmente una referencia a cómo las señales están ahí, pero no se alcanzan a ver porque son instantes, porque no se quiere o porque no se les sabe identificar. Sin embargo, cuando Lily cae en cuenta falta fuerza a ese momento que debiera ser el "balde de agua fría". Ésa es la deuda de "Romper el círculo", que, con todo, se queda siempre en el romance o en el lado bonito. Quizás ello esté en parte en que la dirección corre a cargo de Justin Baldoni, cuyo trabajo se ha caracteriza siempre por ser optimista como puede apreciarse en "Clouds" y "A dos metros de ti", sus trabajos anteriores, pero se puede ser optimista y realista. Quizás se deba a que alrededor de "Romper el círculo" parece que hubo uno que aún no se rompe y que por el momento está en indirectas y rumores que indican hubo tensiones entre él y Lively, que Ryan Reynolds, esposo de Lively, intervino en el guion y la producción y que al final hubo dos versiones de la cinta, una de Baldoni y una de Lively, y la distribuidora eligió la segunda. Ello explicaría porque no hay fotos juntos en la alfombra roja y por qué han hecho promoción por separado. Es un tema que le ha sumado interés al filme.
Ahora, como historia de romance, "Romper el círculo" funciona bastante bien. Hay química entre Lively y Baldoni y también entre Lively y Sklenar. Hay buenos momentos que expresan justo la fantasía que se busca reflejar y entre los cuáles está el primer encuentro. La propia fotografía acentúa todo muy bien. Es una película bella de ver. La construcción del triángulo amoroso dosifica bien los elementos pues revela poco a poco qué sucedió entre los adolescentes Lily y Atlas. Cuando se reencuentran y parece que la vida los ha puesto ya por completo en caminos distintos, él plantea muy bien la posibilidad: 'El hecho de que no hayamos terminado en la misma ola no significa que no seamos parte del mismo océano'.
"Romper el círculo" conecta. Ésa es su virtud y fortaleza. Sí, no es un filme que profundice del todo o que exhiba del todo la violencia contra las mujeres, pero pone el dedo y el ojo lo suficiente en el lugar indicado. Es optimista y con todo su romanticismo sorprende con un final que no cae en la tentación (para eso está la secuela) porque dentro del todo sabe que, aunque el filme no "rompe el círculo" (no por completo) sí presenta cómo hacerlo. Lily lo dice, «Cada vez que decides quedarte, la próxima vez te resultará mucho más difícil irte».
❤️❤️❤️
EE. UU. 2024 - 2h 10m
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