“I’m in this for all I’ve got,” David Frost.
El 8 de agosto de 1974 Richard M. Nixon, 37vo presidente de Estados Unidos, se convirtió en el primer y único mandatario en renunciar al cargo. Nixon se retiró en medio de la controversia y el escarnio público tras el escándalo del Watergate.
En el verano de 1977 Nixon rompió el silencio. Accedió a una serie de entrevistas que el presentador australiano David Frost le propuso. El expresidente vio en el encuentro una forma de exonerarse y hacerse de un ingreso extra (recibió 600 mil dólares). En las primeras sesiones Nixon mantuvo el control de la plática embarcándose en largas disgregaciones, evadiendo puntos y contando superfluas anécdotas. En la última, luego de una llamada en estado de ebriedad a Frost, Nixon cayó.
“Frost/Nixon, la entrevista del escándalo” rescata lo sucedido alrededor de la famosa entrevista. El filme se basa en la obra de teatro nominada al Tony en 2007. Su autor, Peter Morgan, es responsable del guion. La adaptación comienza situando a David Frost (Michael Sheen) como un conductor cuya carrera ha visto mejores tiempos y que ve en la renuncia de Nixon (Frank Langella) la oportunidad de hacer un buen negocio. Frost persigue la entrevista consiente de su importancia, pero no de sus limitantes. El hombre enfrenta la poca credibilidad que cadenas de televisión y anunciantes tienen en él. Aún así persigue su objetivo. Frost ha invertido todo lo que tiene. El encuentro le costará 2 millones de dólares, de los cuales apenas ha encontrado financiamiento para el 30%. Al igual que Nixon, Frost tiene mucho que perder si la entrevista sale mal. Pero sólo uno resultará vencedor... al menos al corto plazo.
La llegada a la pantalla grande de “Frost/Nixon” coincidió con el fin de término de George W. Bush, quizá el presidente más controversial desde Nixon y, claro, hasta que apareciera Donald Trump. El filme se construye a través de la exploración de sus dos personajes principales cuyas acciones son planteadas como si de un juego de ajedrez se tratara. Ron Howard, quien votó por Nixon en la elección de 1972, primero presenta a Frost y Nixon, después establece el contexto y luego teje efectivamente el transcurso de las entrevistas, permitiendo al espectador sentir la incertidumbre de Frost, la impotencia de sus colaboradores ante un Nixon hábil y manipulador, y por último, el impacto de la revelación de una verdad que todo el mundo conocía pero que no había sido dicha por su autor. Howard se ayuda de una precisa edición que al igual que el trabajo de Howard y Morgan fue reconocida por el premio de la Academia con nominaciones a la Mejor Edición, Mejor Director y Mejor Guion Adaptado, respectivamente.
El otro gran acierto de Howard, quien se quedó con el proyecto sobre otros directores como Martín Scorsese, Mike Nichols, George Clooney y Benett Miller, fue el pugnar porque Frank Langella y Michael Sheen repitieran los personajes que interpretaron en la versión teatral. Los actores no imitan a las figuras reales, las encarnan. Langella es impresionante como Nixon: arrogante, inteligente y vulnerable. Por su labor, en teatro ganó el Tony y en cine fue nominado al Oscar como Mejor Actor. Michael Sheen, por su parte, es un actor que no ha recibido el reconocimiento que merece. Ha dado grandes interpretaciones que, sin embargo, se han visto opacadas por el protagonismo y lucimiento de sus compañeros, como en su interpretación de Tony Blair en “La reina” (2006). Como Frost es engreído, carismático y hábil. Sheen, desafortunadamente, es todavía un actor subvalorado.
La recreación que de las entrevistas hace “Frost/Nixon” sugiere una identificación entre los dos hombres quienes tuvieron que hacerse de un lugar; luchar por él ante una sociedad que los veía sin posibilidades reales de triunfar. Pero sobre todo, sugiere una necesidad de Nixon de confesar, de sincerarse, de liberarse. Aunque no lo concibió así, la entrevista resultó para Nixon el momento ideal para hacer una catarsis. Así, aunque fue vencido por Frost, Nixon pudo liberarse y seguir adelante. La victoria puede ser relativa, tener varias caras, pero siempre será contundente.
Frost/Nixon
EE.UU./Inglaterra/Francia 2008
Director: Ron Howard.
Reparto: Michel Sheen, Frank Langella, Kevin Bacon, Rebeca Hall, Toby Jones, Oliver Platt, Sam Rockwell.
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