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"Código traje rojo" de Jake Kasdan

Foto del escritor: Carlos Andrés MendiolaCarlos Andrés Mendiola

La Navidad es el pretexto.

La temporada navideña da inicio en las salas de cine con esta buddy comedy de acción que integra elementos de cuentos y tradiciones en una aventura telenovelesca que funciona más como lo primero, qué fácilmente se diluirá ante otros estrenos y que da cuenta que la carrera de Dwayne "La Roca" Johnson sigue de capa caída.

Johnson es Callum Drift, jefe de Seguridad de Santa Claus (J. K. Simmons). Es la víspera de Navidad y presenta su renuncia. La lista de "niños malos" es cada vez más creciente y ello lo tiene decepcionado, ya no encuentra más motivo para seguir su tarea. Cuando Santa Claus es secuestrado, Callum debe unir fuerzas con Jack O'Malley (Chris Evans), un hacker y caza recompensar, parcialmente responsable del hecho y, desde luego, siempre parte de "la lista".

"Código traje rojo" es una muestra más de una súper producción con todos los elementos para ser un éxito comercial, pero con poca estrategia y, más aún, nada más que ofrecer. Es fruto del tipo de pensamiento "más es mejor" y no necesariamente. Vaya, la película costó 250 millones de dólares y es prácticamente un hecho que se sumará a la lista de fracasos de 2024. ¿Cómo va a competir con "Gladiador 2" y "Wicked" que llegan las semanas posteriores a su estreno?

Sí, "Código traje rojo" tiene estrellas y las estrellas no están mal, tampoco es que tengan tanto que hacer. Los personajes son bastante unidimensionales a causa de una historia con demasiados elementos y que no se da tiempo de desarrollar aquellos que podrían conectar emocionalmente. Dwayne Johnson, por ejemplo, más allá del planteamiento, no recibe oportunidades para que Callum sea algo más que un tipo "rudo, pero simpático". Es decir, lo que le hemos visto hacer una y otra vez y sí, lo hace muy bien, pero hasta los buenos trucos cansan.

La parte "emocional" corre a cargo de Chris Evans. El prólogo presenta a su personaje como un niño travieso que casi le echa a perder la sorpresa de Navidad a sus primos. En la actualidad es todo menos una persona correcta, aunque es claro que tiene buenos sentimientos. Para que el personaje tenga un elemento que lo obligue a replantearse quién es, está Dylan (Wesley Kimmel), el hijo adolescente al que prácticamente no ve y que sigue ya sus malos pasos. Dylan, desde luego, admira a Callum y desearía pasar más tiempo con él.

Johnson y Evans tienen buena química y cumplen con la parte de la buddy comedy. El guion les da oportunidad, aunque en ningún momento se llega a lo hilarante. Todo es muy de receta. Ése es uno de los grandes problemas de la película. Está hecha como un producto comercial en el que parece que se fue pasando lista de todos los elementos que parecen "cool" y que debe haber en una película de acción, en una telenovela y en una película de navidad. Por ejemplo, para lo primero hay desde una persecución al inicio hasta un escape del Polo Norte pasando por un enfrentamiento en el trineo. La parte de la telenovela está en todo el drama que resulta detrás del secuestro de Santa Claus y es que la película no se conforma con hablar de San Nicolás y presentarlo de manera "cool" (no tiene sobrepeso, hace pesas y está muy en forma porque de otra manera cómo lograría la hazaña de dejar juguetes en todo el mundo en una noche), sino que presenta a Krampus (Kristopher Hivjy), su hermano, y a Gryla (Kernan Shipka), su ex y la antagonista. Sí, todo queda en familia.

Krampus, una figura antropomórfica con cuernos no es mayormente conocido hoy en día, pero forma parte de la tradición folclórica. Acompaña a Santa Claus y mientras Santa da regalos a los bien portados, Krampus castiga a los traviesos, frecuentemente con un sape (algo que se ve en el avance es usado para una secuencia de comedia). Gryla, por su parte, es una entidad monstruosa que vive de manera salvaje en Islandia. Caza niños para comérselos y también aparece en algunos relatos de la temporada. Desde luego, los nombres y algunos de los elementos originales son usados y otros han sido cambiados para acomodarse a la película. Gryla y Krampus no tienen relación alguna en sus tradiciones, pero aquí le agrega "más drama" y "más comedia" el que hayan tenido sus "queveres".

Luego está el que debiera ser el aspecto central, es una película de Navidad. ¡Hay muchísimas! ¿Cómo distinguirse entre todas y no ser "un regalo más"? "Código traje rojo" busca hacerlo en su mezcla de ingredientes que equivale a poner todos los mencionados (más un par más como el que aquí el Oso Polar sea parte del equipo de seguridad y un tipo con mucha onda) en una licuadora, pero sin sazonarlos de manera especial y, más aún, sin realmente ponerle corazón. Vaya, para ser una película de Navidad el espíritu de la temporada está muy deslactosado. El punto va de que portarse bien es una decisión que se toma cada día y que ello impacta quién se es y a los demás. Hay, por ejemplo, una idea interesante en cómo los padres son ejemplo para sus hijos y si ellos no son buenas personas, sus hijos fácilmente se irán por el camino incorrecto. Después de todo se aprende imitando. Los elementos están ahí, pero "Código traje rojo" prefiere el espectáculo, las peleas y los efectos visuales (buenos en general, pero con sus errores notorios como en la secuencia en la playa).

Entre todo lo que "prioriza" "Código traje rojo" está la inclusión de Lucy Liu como Zoe Harloe, jefa de MORA (Autoridad que Restaura y Vigila lo Mitológico). Más allá de un momento de pelea que deja ver que Liu sigue como en sus mejores momentos de Ángel de Charlie, es un personaje que perfectamente podría no existir en el filme, no suma en nada y sólo está como pretexto para presenta otros seres mitológicos. No sería raro pensar que el filme tuviera pretensiones de iniciar una franquicia. También está Bonnie Hunt como la Señora Claus y, bueno, su participación es prácticamente decorativa. Vaya, el propio J. K. Simmons, fuera del inicio, tiene poco que hacer y es una pena ante un ganador el Oscar.

"Código traje rojo" es mucho de todo. Es también un tanto una ironía que quizás y aunque no se ha hecho tan palpable de manera internacional algo que no cuaja ante el declive de la imagen de Johson. Hace unos pocos años, "La Roca" era una de las figuras norteamericanas más queridas. Eso ha cambiado y se ha dejado ver en un declive en el número de sus seguidores. El otrora luchador fue cachado en varias mentiras y en algunas decisiones que no han sido del todo del agrado de sus fanáticos. Y sí, es muy carismático y muy encantador, pero la incongruencia pesa. Entre ello se ha revelado que en esta producción como en otras anteriores llega tarde. De hecho, los rumores indican que 50 millones de dólares corresponden justo a ello. Entonces, ¿cómo creer en un actor que interpreta a alguien recto y responsable cuando en la vida se sabe que no lo es del todo? Es decir, Callum podrá estar muy enojado porque la "lista negra" crece y crece y es por culpa de los adultos, pero es muy probable que Dwayne Johnson esté en esa lista.

Ahora, ¿es "Código traje rojo" una mala película? La realidad es que no, vaya, tampoco es buena. Es una película netamente palomera, superflua e intrascendente, pero entretenida. Podría y debería ser mucho más dados los recursos que tiene, el elenco y un director que sabe manejar el género con mejores resultados como ha demostrado en "Jumanji: Bienvenidos a la jungla" (2017) y "Jumanji: El siguiente nivel". En "Código traje rojo" la Navidad es el pretexto, pero en realidad hay poca verdadera Navidad en ella.

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EE. UU. 2024 - 2h 3m


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