El mundo que Lewis Carroll creo para Alicia es un lugar paradójico: tan colorido como obscuro, tan fascinante como aterrador. Sin embargo, en el imaginario colectivo, la imagen que impera es la que le diera la versión animada de Disney en 1951. Para el nuevo milenio es el mismo estudio el que decide contar de nuevo la historia pero en esta ocasión con actores y bajo la batuta de un director que se ha distinguido por darle a cada uno de sus filmes su indiscutible excéntrico toque, Tim Burton.
En esta ocasión Alicia (Mia Wasikowska), atónita ante la propuesta de matrimonio que le es hecha, sale corriendo frente a todos los invitados tras una liebre. El animal la conduce a un agujero debajo de un árbol donde cae para acabar en la habitación cuya puerta la conducirá de nuevo al país de las maravillas. Pero Alicia no recuerda haber estado ahí; las imágenes que vienen a su mente, y ese mismo momento, los atribuye a pesadillas. Los habitantes la esperan con ansias pues según el oráculo ella vencerá al Jabberwocky (Christopher Lee), una aterradora criatura que ha llevado al poder a la egocéntrica (y muy cabezona) reina Roja (Elena Bonham Carter).
Tim Burton sabe que “Alicia en el país de las maravillas” es un cuento, más no uno infantil. Su interpretación de la historia rescata los elementos y situaciones conocidos y los coloca bajo un contexto social, y sobre todo, bajo un complejo fondo emocional mucho más cercano a la propuesta original de Lewis. Este país de las maravillas es surreal, gótico, intrigante y escalofriante. Sus habitantes no escapan a las mismas cualidades y por ello para Alicia (y el espectador) el viaje resulta en una experiencia perturbadora.
La poco conocida actriz australiana Mia Wasikowska, quien se quedó con el protagónico sobre figuras más conocidas como Amanda Seyfried y Lindsay Lohan, hace de Alicia una joven tan bella como confundida, brindándole un particular equilibrio entre fragilidad y valentía. La acompaña un cuadro de reconocidas figuras que dan vida o voz a los emblemáticos personajes. Entre los primeros se encuentran un par de actores obligados para el director: Johnny Depp como el escalofriante y esquizofrénico Sombrerero, y Elena Bonham Carter como la intimidante y gritona reina Roja; Anne Hathaway, quien rechazó el estelar, tiene a su cargo a una muy modosita reina Blanca. Entre los personajes animados (el de Bonham Carter es una mezcla, su cabeza ha sido alterada digitalmente) figuran las colaboraciones de Stepehn Fry como el gato de Chesire, Michael Sheen como el conejo blanco, Alan Rickman como Absolem, la oruga, y Christopher Lee como el Jabberwocky. El equilibrio entre actores y animación está bien llevado y redondeado frente a una impecable dirección de arte y una cuidada fotografía.
La “Alicia en el país de las maravillas” de Tim Burton es una obra onírica, de múltiples niveles e interpretaciones que, a pesar de un par de tropiezos narrativos, consigue rescatar la complejidad del original. ¡Esa Alicia!... era una niña-mujer confundida que encuentra su respuesta y que como dijera su padre tenía mucho de locura... después de todo, “la mejor gente está loca”.
Alicia in Wonderland
EE.UU. 2010
Director: Tim Burton.
Reparto: Johnny Depp, Anne Hathaway, Elena Bonham Carter, Mia Wasikowska, Crispin Glover, Michael Sheen, Alan Rickman, Stephen Fry.
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