“Man has a choice and it’s a choice that makes him a man,” Cal Trask.
Tres películas bastaron para que James Dean escribiera su nombre en la historia. Él sólo alcanzaría a ver el estreno de una: “Al este del paraíso”.
Basada en la parte final de la novela de John Steinbeck, “Al este del paraíso” es un filme con tintes autobiográficos. Cal (James Dean), un confundido joven, vive en eterna rivalidad con su hermano Aarón (Richard Davalos). Ambos quieren el afecto de su padre, el conservador Adam (Raymond Massey). Cuando Adam pierde su patrimonio en un mal negocio, Cal decide hacer algo al respecto. Pero su gesto de buena fe no es percibido como tal. Enojado, Cal, quien también siente afecto por la prometida de su hermano, enfrenta a Aarón con la verdad: la falsa muerte de su madre quien ahora regentea una casa de citas. Las consecuencias de la revelación tendrán funestos resultados.
Steinbeck escribió la historia basándose en su conflictiva relación con su padre. A Kazan fue precisamente ese elemento el que le llamó la atención pues su situación fue similar. Dean no había corrido con una suerte distinta. En cierta forma todos tenían un poco de Cal. Cuando Steinbeck conoció a Dean, no atinó a decir más que “Jesús, ¡es Cal!”. Dean no era la primera opción. Originalmente se pensó en Marlon Brandon y Montgomery Cliff para Interpretar a los hermanos, pero ya no daban la edad de los personajes. Después Paul Newman sería considerado para el estelar. Pero James Dean lo obtuvo luego de que Paul Osborn, el guionista, lo sugiriera. Su elección no pudo ser más atinada. Dean es Cal en todos los sentidos. Y el papel pone la primera piedra para construir su mito.
Pero antes, “Al este del paraíso” es por sí una película interesante. La trama de tintes bíblicos (a la Caín y Abel) se centra en el bien y el mal, el peso de las expectativas y el poder de la redención. El trabajo de Kazan en la dirección, la atinada fotografía y el contenido, pero efectivo guion contribuyen a construir una sólida tragedia. El reparto es de primer nivel y reúne a talentos probados (Massey, y la actriz de teatro Jo Van Feet) con rostros nuevos (Dean, Dávalos y Harries). Sin duda es Dean por quien principalmente se recuerda a la película. Dean, seguidor del Método y para algunos demasiado parecido en ciertas cosas al para entonces ya probado Brandon, da muestras de su talento con una actuación poderosa y completamente orgánica. Su Cal es conflictivo, rebelde, impotente, enternecedor. El actor se dejaba guiar por sus impulsos y ello lo contrapuso con el método clásico de Massey, con quien sostuvo una tensa relación durante todo el rodaje. Kazan no intervino; consideró que la situación beneficiaba el resultado en pantalla. Por ejemplo, en la escena donde Adam rechaza el regalo de Cal, éste debió salir impotente de la casa; en su lugar Dean decidió abrazarlo. Era un cambio significativo que resultó más efectivo y se quedó en el corte final. Como esa muchas anécdotas y una primera muestra de un talento que apenas empezaba a dar sus primeros destellos.
“Al este del paraíso” se alzó como Mejor Película Dramática en el Festival de Cannes. La Academia la consideró por Mejor Director, Mejor Guion y Mejor Actor (Dean), y reconoció a Van Fleet como Mejor Actriz de Reparto. La historia la tiene como testigo del nacimiento de un gran actor, una gran estrella y un gran mito. El eterno rebelde, de gran corazón y nobles intenciones, lo es porque las decisiones que tomó lo hicieron leyenda.
East of Eden
EE.UU. 1955
Director: Elia Kazan.
Reparto: James Dean, Jo Van Fleet, Raymond Massey, Richard Davalos, Julie Harris.
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