Carlos Andrés Mendiola

26 de dic de 20162 min.

Transformers: La venganza de los caídos

Los Transformers regresan con más de todo y celebran su vigésimo quinto aniversario de vida.

En esta ocasión Sam Witwicky (Shia LaBeouf) va a la universidad. El hecho pondrá a prueba su relación con Micaela (Megan Fox) quien no puede acompañarlo. Las cosas se complican cuando Sam resulta ser el portador de la ubicación de una nueva fuente de energía que los Decepticons ansían. Los Transformers, que han trabajado encubierto junto al ejercito estadounidense, harán lo posible por detenerlos de nuevo.

“Transformers: La venganza de los caídos” sigue los pasos de su predecesora. Tan solo en su primer miércoles en taquilla rompió el record de una película estrenada entre semana al recaudar 60.6 millones de dólares, desbancando con ello a “Harry Potter y el prisionero de Azkaban” que en 2007 hizo 44.2 millones. Desafortunadamente las similitudes parecen no terminar ahí y si bien la secuela seguramente superará en ingresos a su predecesora, su calidad, al menos en el rubro de la historia y como filme en conjunto, es inversamente proporcional.

Michael Bay de nuevo se engolosina y entrega un festival de efectos especiales, explosiones y acción. Con una duración de 144 minutos, la cinta tiene varios momentos en los que pierde la atención del espectador. Es tanto el despliegue en las escenas de lucha que llega un momento en el que lo único que se desea es que terminen pues han durado tanto que han dejado de ser novedad. La trama es confusa y no termina de cuajar en ningún momento, más parece una serie de historias inconexas que un relato donde convergen Sam, los Decepticons y el grupo Nest, conformado por Transformers y el ejército norteamericano. El equilibrio entre la acción, el despliegue visual, el humor, el drama y el romance es nulo. El enfoque está puesto en mostrar nuevos robots y el perfeccionamiento de los efectos visuales, aunque en las batallas no resulta del todo comprensible lo que hacen ni distinguir donde termina uno y empieza otro. También hay momentos destinados a explotar el poder sexual de Megan Fox, quien saltara a la fama en la primera entrega, y de Isabela Lucas, una atractiva rubia que interpreta a una estudiante con una enfermiza atracción por Sam. Las pirámides de Egipto añaden al atractivo visual; la producción consiguió el permiso para filmar en el histórico sitio donde tienen lugar las escenas climáticas.

Exceso es la mejor palabra para describir “Transformers: La venganza de los caídos”. Con un par de momentos rescatables y otros divertidos, la cinta no logra conseguir más que el deseo de que la energía se termine y los robots dejen de existir. Es grande sin duda. Pero no queda claro en qué sentido. Grande en producción. Grande en efectos especiales. Grande en desastre argumental. Y grande en taquilla. Pero la primera crítica que recibió en Estados Unidos la describe mejor. Todd Gilchrist de Cinematical sentencia sobre la labor de Bay, “la ambición recorre millas y una pulgada en profundidad”. No hay más que decir.

Transformers: Revenge of the Fallen

EE.UU. 2009

Director: Michael Bay.

Reparto: Shia LaBeouf, Megan Fox, Josh Duhamel, Tyrese Gibson.

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