Carlos Andrés Mendiola
25 de dic de 20202 min.
"No cantas para sentirte mejor, cantas para entender la vida," dice Ma Rainey.
Gertude Pridgett, mejor conocida como Ma Rainey, es una de las pioneras del blues cuyo estilo interpretativo le valió ser considerada como la madre del género. "La madre del blues" adapta la obra de teatro de August Wilson, cuyo título en inglés refiere a uno de sus títulos que a su vez habla de un estilo de baile. Es una tarde de Chicago en los 20's. Una banda de músicos esperan a Ma Rainey (Viola Davis) para hacer unas grabaciones. El claustrofóbico edificio servirá para que, en medio de recuerdos, traumas, anhelos y momentos creativos, la cultura de color sea retratada.
Vaya manera de envolver en su ritmo. "La madre del blues" puede no escapar del todo a sus raíces teatrales, pero sin duda alguna entiende el carácter melancólico, triste, de reclamo, pero festivo del blues. El filme es un blues. Tiene a su favor a la maravillosa Viola Davis, quien borda los contrastes de una mujer que se hizo de un camino con su voz y que exigía, a sabiendas de su posición "interior", lo que valía; era su moneda de cambio. El show, sin embargo, le pertenece aún más a Chadwick Boseman en su última interpretación. Boseman es Levee Green, un apasionado, talentoso y bastante traumatizado (con justa razón) trompetista que está determinado a demandarle al mundo lo que merece. Él es (o al menos cree serlo) el futuro; Ma Rainey, el pasado.
"La madre del blues" es una de las mejores películas de 2020. Es intimista, reflexiva, poderosa y apasionada. Habla de racismo, de violencia, del genio artístico, del control creativo, de la explotación comercial y de cómo todo se conecta a través del blues. Así que sí, si ésta es su "madre" ya pueden imaginarse lo mucho que tiene por dar.
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EE. UU. 2020 - 1h 34m